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lunes, 11 de julio de 2011

Pensar el futuro desde el arte




Pensar el futuro desde el arte

Pensar el futuro desde el arte. Para mi el arte siempre ha contribuido a pensar el futuro, pero también nuestro presente y nuestro pasado. Ese pasado que se va dando en una forma de no- olvido. Y que se proyecta desde allí, desde esa historicidad, para pensar un futuro mejor. Un futuro que se deja entrever como un anhelo, como una forma de utopía.

Y es que el arte viene entonces, a ser una condensación y una potencialidad de ese futuro probable. De un presente y un pasado que se incrusta en nosotros, que nos condiciona a ser de una manera y no de otra, que construye nuestra identidad a partir de allí y quizás, sólo de allí.

Porque observemos en la historia : ¿Cuántas veces pudo el arte vislumbrar formas que después se darían en la realidad, en un futuro muy cercano? ¿Qué son sino esas sociedades extremadamente coercitivas y burocráticas en lo obra de F.Kafka? Esa obra que pudo preanunciar muchos horrores que tomarían cuerpo después en el nazismo. ¿Qué es sino, la descripción pormenorizada, la estadística y la cartografía que traza Rodolfo Walsh en su obra para hablar de una maquinaria que después lo exterminaría a él mismo?¿Qué son todas estas narraciones sino una manera de proyectarse al futuro, descubrirlo desde su formas más siniestras, denunciarlo y tener a la vez la convicción, el deseo, de que ese futuro se presente como un mejor modo de vida para todos nosotros?

Es decir entonces, que el arte siempre ha pensado en el futuro y se ha pensado a sí mismo inscripto en ese futuro. Es algo inherente al mismo arte. El viejo dicho de que toda obra es hija de su propio tiempo, que habla por él, y que se extiende hacia el futuro es una de las improntas esenciales del arte. La obra siempre va a decir lo que quiso expresar el artista y también, si sabemos ver, va a decir más, mucho más. Nos va a hablar de un tiempo histórico y de cómo las personas de ese tiempo tratan de pensar su pasado, su presente, su porvenir.

A mi me interesa particularmente, al construir mi trabajo, interrogar algunas problemáticas que mi sociedad se quiere sacar de encima, que quiere tapar en la banalidad de un discurso político. Me interesa todo aquello que es considerado la escoria, lo que perturba, lo que no se debe ver. Es allí, para mi, donde el arte puede contribuir para un futuro mejor, pues todo aquello que la sociedad se ha sacado de encima es justamente lo que la constituye como sociedad. Y hasta que nuestra sociedad no se enfrente con todo esto, que lo mire y que se haga cargo, no va ser una sociedad con buen futuro.

El arte entonces, como espejo de nosotros mismos.

Yo se que un grupo de actores todos los fines de semanas, es decir mis compañeros de trabajo, han a seguir entrando por todos los insterticios de un bloque que va tapando a las cosas que no tienen respuesta. Esas cosas a las que muchos no quieren darles respuesta. Y en la mirada de algún actor se gestarán esas preguntas que necesitamos: ¿Qué fue de Maria Rosa Pacheco? ¿Dónde está el Ing. Tellechea? Desaparecidos en plena democracia acá en San Juan ¿Qué hicieron con Julio Lopéz? Desaparecido en Bs As ¿Dónde van todos lo que siguen desapareciendo día tras día? Estas, como otras tantas preguntas son la que nos haremos cada vez que montemos una obra.

El arte entonces como espejo de todos los monstruos urbanos que supimos engendrar.

Quiero un futuro mejor, y hoy cuando la política está tan desacreditada, el arte es mi mejor herramienta. Lo sé. Lo veo en mis mayores, en la ética de su teatro abierto. Aquel que pudo enfrentar a una de las más feroces dictaduras.

¿Qué politizo el arte? Si ¿Qué hago de mi dramaturgia, de mis puestas una herramienta para poder reflexionar lo que somos, lo que nos pasa? Si, no tengan dudas sobre eso. ¿Qué voy a buscar la construcción de una poética con los deshechos que deja esta sociedad? Si, totalmente. En el discurso quebrado, en la tristeza de alguien descorazonado, en la furia del asesino, quiero trazar el mapa de lo que somos.

Pienso en un intelectual orgánico que vive su tiempo, que se sumerge en los devaneos de su sociedad, que vive a fondo cada cosa que sucede y se posiciona ante ella. Nuestro querido Rodolfo Walsh fue todo esto , ese es su ejemplo y su lucidez, eso es a lo que deberíamos aspirar. Sin dudas.

Pensar el futuro desde el arte. Yo creo que ya Homero en la vieja Grecia lo pensó. Lo pensó en la mirada de miedo de Héctor ante la furia de Aquiles. En esa mirada en donde se dibuja ya la muerte, está toda la historia de Grecia y toda la historia de la humanidad. Es como si Homero nos dijese que no habrá consideración de un ser humano ante otro, que nunca habrá un tiempo de paz, y desde allí, el poeta se expande hacia su futuro, que somos nosotros hoy acá. Y en eso estamos aun, con esos mismos miedos, preguntándonos las mismas cosas, vislumbrando apenas un porvenir que se nos aparece y se nos desaparece cuando lo pensamos.

Pienso finalmente que el arte se inscribe en lo por venir para describirlo, para preanunciarlo, para volver hacia las cosas que aun no se resolvieron. Pero también el arte se inscribe como una ética, una estética, una filosofía, una antropología de nosotros, en toda las posibilidades de ese futuro.

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