Páginas

jueves, 29 de diciembre de 2011

microcuento - OXIDO


Oxido



     ¿Ves mis manos? La tengo entumecidas y es una sensación extraña, se contraen, se  endurecen. De pronto me he vuelto viejo y siento que he gastado rápidamente mi vida. Cuando era niño y vos no estabas, tuve la idea de provocar la corrosión de un autito de metal que me hizo papá. Todos los días lo sumergía en un balde con agua y después lo dejaba al sol… Poco a poco el juguete perdió su pintura, quedó como materia cruda, y con el tiempo se volvió amarillo, cubierto por capas y capas de su misma materia corrompida, oxidada. Yo quería que el autito desapareciese, se desarmara en su mismo elemento como sucedía con el cuerpo de papá, en ese momento, bajo tierra, a tres metros de profundidad…
     Hoy he visto ese juguete. Tardará aún mucho tiempo en descomponerse… en cambio para nosotros el proceso es de otra manera. La alegría, el amor, la salud se oxidan rápidamente. Yo tengo capas y capas de tristeza. Tengo el odio acumulado por todas las cosas que nos hiciste, mamá. En esta noche no estoy con vos, sólo está esa cáscara de algo que abandonaste al sol y se oxidó.


No hay comentarios:

Publicar un comentario